lunes, 12 de febrero de 2018

¡VOLVEMOS A CASA!

VOLVEMOS A CASA!
El viaje de vuelta se dio bastante bien. Ajustamos las tomas para que coincidieran con el despegue y el aterrizaje, dicen que es bueno para no tener molestias en los oídos por el cambio de presión. El resto del vuelo el peque estuvo durmiendo.
Al llegar a Barcelona alquilamos un coche con sillita homologada. Nos esperaban 6 horas de carretera, pero con muchas ganas de volver a estar los 4 juntos.
Por fin llegamos a casa, y estaban todos esperando. Nos hicieron una fiesta de bienvenida y fue todo muy emocionante. Nuestro hijo mayor, al principio no quería vernos y nos rechazaba, pero pronto volvió todo a la normalidad. Aunque durante nuestra estancia lejos de él, no se quejó, imaginamos que fue muy duro para él. Ahora se tenía que adaptar a tener un hermanito. En general, todos teníamos que adaptarnos a la nueva situación.

Estábamos muy felices de volver a estar todos juntos, con nuestra familia para apoyarnos y volver a la normalidad. Todo lo malo al final se pasa.

TIEMPO EN KIEV

TIEMPO EN KIEV
El tiempo en Kiev fue mejor de lo que esperábamos. Llegamos algo enfadados pues después de tanto tiempo en Ucrania, nos tocaba estar tres semanas más. Los primeros días se hicieron largos. Apenas salíamos del apartamento, pero con el apoyo de las otras dos parejas españolas los días se hicieron más amenos. Hasta un día nos convencieron para hacer turismo. El peque se quedó con la cocinera que pone la clínica (un encanto) y salimos a comer fuera. Ese día nos vino genial y nos subió mucho el ánimo.
Con el paso del tiempo hicimos una gran amistad. Aún recuerdo las tertulias post-comida/cena, que a veces se alargaban más de la cuenta (se nos pasaba el tiempo de la siesta). La temperatura en Kiev era estupendo y salíamos a pasear un par de veces al día por un parque precioso cerca del apartamento. Incluso muchas tardes nos tomábamos una cañita en una terraza/tienda. Eso ayuda a que los días pasen más rápido.
El peque estaba muy bien, le costaba algo terminarse el biberón pero iba cogiendo peso. De vez en cuando, venía una pediatra de la Clínica para ver el estado del bebé.
El 13 de junio teníamos la cita con el Cónsul para hacer el pasaporte y las renuncias de la Gestante. La verdad es que estábamos nerviosos. Siempre tienes miedo que algo salga mal. Por otro lado, ese día íbamos a conocer a la gestante pues hasta ese día no la habíamos visto.

Por fin llegó el día!!! En el Consulado fue todo muy lento y estuvimos toda la mañana, pero mereció la pena. Con la gestante el contacto fue algo frío, tal vez por el idioma o la situación.

ALTA EN EL HOSPITAL

ALTA EN EL HOSPITAL:
Después de mes y medio en Kirovogrado se acerca el día que le den el alta a nuestro hijo. Él ya pesa 2300g. y en Ucrania hasta los 2500g no les dan el alta. Come y duerme bien, y tiene un aspecto genial. Por lo demás, nuestra estancia en Kirovogrado no cambia: mi mujer ingresada en el hospital con el bebé y yo visitándolos desde las 12 hasta las 18. El único respiro que tenía mi mujer era el tiempo que pasábamos comiendo. Por cierto, encontramos un restaurante genial y comimos allí casi todos los días. La ciudad, sin ser gran cosa, al menos era tranquila y no tuvimos ningún problema.
Por fin, el 24 de mayo de 2015 le dan el alta a nuestro niño. Ahora tenemos que ir a terminar de resolver el papeleo y conseguir el pasaporte del peque para poder volver a España. Esa tarde nos recogen en el hospital, comemos y viajamos en tren hasta Kiev. Esta vez, en tren “rápido”, que tarda 3h 30 y es bastante cómodo. Sobre las 23 horas llegamos a Kiev, nos recoge un taxi y nos llevan a un apartamento donde compartiremos piso con otras dos parejas españolas. Esa noche llegamos cansados y fue un poco dura, pues nos faltaba esterilizador y tuvimos que hervir los biberones, estábamos algo descolocados y el peque extrañaba su cuna del hospital. Dormimos poco.

Anímicamente estábamos mejor, poco a poco se iba acercando el día de reunirnos toda la familia. Ir a Kiev era salvar otro obstáculo y ya lo habíamos logrado. Nos planteamos viajar a España y traer a nuestro hijo mayor con nosotros, pero iban a ser poco días (o al menos eso nos dijeron) y quizá no merecía la pena. 

TODO MEJORA

TODO MEJORA
Tras diez días en España es momento de dejar a nuestro hijo mayor allí y volver a Ucrania. Otra vez comienza el largo recorrido: 6 horas de tren, 3h 30 de vuelo, noche en Kiev, y por suerte, el viaje a Kirovogrado fue en tren, unas 4h 30. Por último, 30 minutos en taxi. Justo el día que llego yo, la chica alemana y su bebé marchan para Kiev para solicitar el pasaporte del peque. La verdad es que fue de gran ayuda para mi mujer tenerla de apoyo, en una situación tan difícil.
Nuestro hijo va bien, poco a poco va cogiendo peso pero está aún lejos de los 2500gr que tiene que tener para que le den el alta. Aquellos días en Kirovogrado los recordamos como tediosos, rutinarios y aburridos. Mi mujer en el hospital ingresada con el bebé y cada tres horas levantándose para darle el biberón, el cual tardaba en beberse entre 30 y 50 minutos. Yo alojado en un apartamento (medianamente decente) me levantaba, iba a comprar y hacía tiempo a que el doctor terminara su turno para acercarme al hospital (al doctor no sabemos por qué pero no le gustaba que estuviera en la habitación con el bebé). Sobre las 12 llegaba al hospital le daba el biberón y nos íbamos a comer rápido, para estar toda la tarde con el bebé en el hospital (por las tardes no pasaba el doctor). Antes de anochecer volvía al apartamento y dejaba al peque y a su mamá en la habitación del hospital.
Al día siguiente, la misma rutina, y al siguiente,… quitado alguna anécdota que nos iban ocurriendo, esto fue así durante un mes y por suerte. Digo por suerte, porque si hubiera habido algún problema médico no sabemos cuánto tiempo hubiéramos estado en aquel lugar.

Anímicamente, estábamos mejor. El día que nuestro peque engordaba 80gr nos veníamos arriba, el día que no engordaba nos hundíamos. Lo que peor llevábamos era el estar lejos de nuestro hijo mayor, puff… 




FAMILIA DIVIDIDA

FAMILIA DIVIDIDA
Como ya contamos en la entrada anterior, nuestro hijo mayor y yo volvimos a España para que se quedara con los abuelos, y después yo regresar de nuevo a Kirovogrado. La verdad es que se portó como un campeón en el viaje de vuelta. En cuatro días: viajó en tren seis horas hasta Barcelona, allí un avión hasta Kiev. Al día siguiente, viaje de más de cinco horas en “furgoneta de baches” hasta Kirovogrado. La tarde siguiente, tres horas y media en tren Kirovogrado- Kiev. Madrugar y volar hasta Barcelona, y tomar dos trenes hasta llegar a casa. ¡Con tres años ha viajado más que mucha gente! Todavía lo recuerda.
Los días en España fueron raros. El peque sin entender la situación, preguntado por su mamá, y yo con la cabeza dividida entre España y Ucrania.
Mientras tanto a casi 4000 km:
La vida en el hospital no es nada fácil. El primer día, el traductor de la agencia lleva a mi mujer a comprar todo lo necesario para estar en el hospital: pañales, leche, medicamentos, ropa de cama, toalla, cubiertos...  A veces nos quejamos de la sanidad pública española, pero estaría bien que conociéramos otras realidades para valorar lo que tenemos.  Lo peor de allí, la comida: llevan 3 ollas con comida que parece gachas a cual menos apetitosa. La mayoría de chicas que había allí le llevaban comida de fuera. El hospital antiquísimo, con una letrina para toda la planta. (No todos los hospitales de Ucrania son tan viejos). Mi mujer y el recién nacido están en una habitación individual, él en una incubadora y ella en un camastro. Cada tres horas pasa una enfermera para alimentarlo por sonda y una vez al día pasa el médico y revisa su estado. El tercer día, el traductor de la agencia se marchó a Kiev, pero estaría disponible por teléfono para lo que necesitáramos.  Por suerte, en el hospital se encontró con una chica alemana en la misma situación. Su bebé había nacido en febrero, en la semana 28 y con 800gr. Pronto se hicieron muy amigas y fue un apoyo muy importante para los primeros días. ¡Estas situaciones unen mucho! Ella le enseñó, donde comprar, trucos para cuidar al bebé, la ciudad…

Los primeros días fueron duros para mi mujer (aunque ella no lo quería reconocer). Estar en un hospital, en un país extranjero, sin nadie que te apoye, sin entender lo que te dicen... El bebé parece ir bien. Va cogiendo peso poco a poco y eso es lo más importante. Lleva gafa nasal, porque aunque respira por sí solo todavía tiene los pulmones inmaduros.





TERCER VIAJE: EL ENCUENTRO

TERCER VIAJE: EL ENCUENTRO
Tras dos semanas duras con apenas información de nuestro bebé, nos comunican, el 10 de abril, que debemos viajar lo antes posible. Nos informan que tendremos un régimen de visitas muy estricto: 45 minutos por la mañana, 45 minutos por la tarde. Pero a nuestro hijo mayor no le dejarán  entrar a verlo. Nos cuentan que está bien, pero es muy pequeño y necesitará mucho tiempo en el hospital. Tras valorarlo, y con la escasa información que tenemos decidimos que es conveniente que nuestro hijo mayor viva la llegada de su hermano de primera mano, así que viajará con nosotros.
El 15 de abril viajamos los tres a Barcelona en tren para coger un avión a Kiev. Esa noche apenas dormimos, los nervios son superan. Tenemos infinidad de dudas, no sabemos cómo estará nuestro peque, cómo será nuestra vida en Kirovogrado, cómo será el hospital, cómo viajaremos de Kiev a Kirovogrado… Pero pronto lo averiguaremos de primera mano. Llegamos a Kiev por la tarde y nos recogen en el aeropuerto. Nos comentan que haremos noche en Kiev y que al día siguiente viajaremos a Kirovogrado. Preguntamos cómo está nuestro bebé, y nos dicen que bien. Preguntamos cuándo y cómo viajaremos, pero no nos contestan con claridad. Nos llevan al hotel donde habíamos estado las dos veces anteriores, cenamos y a la cama que ha sido un día duro.
16 de abril, ¡por fin conoceremos a nuestro bebé! Pasadas las 10 de la mañana me recogen del hotel para ir a la clínica (a pagar). Mi mujer y mi hijo se quedan en el hotel, enfrente hay un parquecillo y hace buen día. Aprovechan para jugar. En la clínica discutimos cómo viajar a Kirovogrado. En tren se tarda más, pero es mejor porque la carretera es muy mala. Yo impaciente por ver a nuestro peque, propongo en coche. Al final, se decide que en tren pero ya es tarde y no hay billetes. Por lo que  nos toca viajar en furgoneta. Salimos de la clínica a las 12h, recogemos a mi mujer e hijo, pero tenemos que pasarnos por casa de nuestro acompañante porque tiene que hacer la maleta ya que estará unos días con nosotros en Kirovogrado. Se hace la hora de comer y comemos en un centro comercial y final salimos de Kiev a las 14h. Son trescientos kilómetros por lo que calculo que llegaremos sobre las 17h-18h. Pero…¡Por dios qué carreteras! ¡Tardamos cinco horas en llegar! Lo primero que queremos hacer es ver a nuestro peque, pero son las 19h pasadas y el hospital no deja tener visitas tan tarde. Tristes, nos llevan a ver donde nos vamos a alojar. Tras una anécdota muy curiosa sobre el primer alojamiento, deciden alojarnos en un hotel, ya que es tarde, y al día siguiente veremos más apartamentos. El hotel por lo menos está bien, limpio y moderno. Cenamos y a dormir que ha sido otro día muy duro. ¡No olvidaré el viaje por carretera!
17 de abril, ¡hoy por fin conoceremos a nuestro peque! Tras desayunar nos llevan al hospital. Primero hay que realizar el papeleo y después conoceremos al recién nacido. Al llegar nos impresiona el hospital, ya que es muy antiguo. Tiene varios edificios unos más modernos que otros. Después de conocer al director del hospital nos llevan a neonatos. Al llegar nos meten en la sala de los médicos y tras unos minutos una enfermera trae una manta. La posa en un sofá y empieza a desliarla. Y sí, ¡ahí estaba nuestro bebé! Nada de incubadora, ni tubos, ni nada. ¡Nos lo muestran en una manta! Para mí es un shock, verlo tan pequeño, tan … no sé describirlo. Nos dejan cogerlo, pero no se mueve, no hace nada. Tras unos segundos abre los ojos y emite un gemido. Después de unos pocos minutos lo vuelven a liar en la manta y lo llevan a la incubadora. Entonces el médico nos informa del estado del bebé: nos cuenta que ha tenido neumonía, retinopatía del prematuro, “sufrimiento” al nacer, inmadurez en el cerebro, afección hipóxica isquémica grave del SNC… Pero que evoluciona bien. Todo eso, dicho así, sin saber la mayoría de cosas qué significan, ni qué implican, puff… nos cae como una losa. Para remate nos dicen que mi mujer debe ingresar en el hospital con el bebé 24 horas y que a mi hijo mayor no le dejarán pasar y que a mí ya veremos.
Después nos llevan a seguir con el papeleo, y mientras decidimos que así no podemos estar: mi mujer en el hospital con el bebé y yo en un apartamento con el mayor sin poder vernos entre sí. Por lo que decidimos que yo vuelva a España con el mayor, y mi mujer se queda sola con el bebé en el hospital. Decisión muy dura, pero acertada. Esa misma tarde viajamos los dos a Kiev, esta vez en tren. Por cierto, el tren bien. Para al día siguiente volar a España.

Como es de imaginar, no son días felices, ni agradables. Somos padres otra vez, y como la vez anterior no sale todo como esperábamos. Pero hay que ser fuertes, crecerse ante las adversidades y luchar por lo que uno quiere. 

PADRES A DISTANCIA

PADRES A DISTANCIA
Dos días más tarde ya tenemos todos los papeles preparados para marchar a Ucrania. Pero el personal de la agencia nos explica que es pronto, que deben organizarse en Kirovogrado y apenas nos van a dejar ver a nuestro hijo. Insisten que vamos para largo y que no tengamos prisa en viajar. Mientras intentamos organizar el viaje y dejar todo organizado con respecto al trabajo, los permisos y sobretodo la decisión de llevarnos a nuestro hijo mayor o no.
No recibimos mucha información de nuestro hijo, solamente que sigue bien. Pedimos a  la agencia y a la clínica si nos pueden conseguir unas fotos de nuestro bebé, pero nos dicen que no es posible. Mientras, intentamos recabar la mayor información sobre nuestra vida en Kirovogrado: dónde nos alojaremos, qué horario de visitas tendremos para ver nuestro bebé, cómo vamos a viajar a Kirovogrado … En función de estas cuestiones decidiremos si ir con nuestro hijo mayor o no.

Fueron días durísimos, estamos abatidos y llenos de dudas. Por una parte, queremos ir cuanto antes, pero por otro, no sabemos qué nos vamos a encontrar. Y teníamos la gran duda de si llevarnos a nuestro hijo mayor o no. 

sábado, 10 de febrero de 2018

NACIMIENTO INESPERADO

NACIMIENTO INESPERADO
Granada, domingo 29 de marzo, tras un día visitando la ciudad y poco antes de ir a dormir, decidimos escribir a nuestro contacto en España con varias dudas que nos han surgido, pues no conseguimos desconectar. Queremos saber más del estado de la madre, queremos saber qué pasa si da a luz en su ciudad natal, si la trasladarían a Kiev o se queda en su ciudad, qué cuidad es, si podremos visitarlo, cuánto estaría en la incubadora…
Al día siguiente, lunes 30 de marzo, tenemos varias llamadas perdidas de nuestro contacto en España. Llamé, pensando que era por el email del día anterior, pero cuando me preguntó si estaba sentado, me entró un escalofrío indescriptible por todo el cuerpo.
Me dio la enhorabuena y me dijo que habíamos tenido un niño, que había nacido el sábado 28 de marzo por la tarde y que no habían podido contactar antes pues la clínica los domingos está cerrada. No supe que contestar, estaba en shock. ¡Cómo era posible! ¡Era la semana 27 de gestación! Le pedí 5 minutos, para decírselo a mi mujer y para asimilarlo. No hizo falta decirle nada, aunque estaba en el baño, supo que algo no iba bien. Nos pusimos a llorar, habíamos vuelto a ser padres pero teníamos sentimientos encontrados.
Volvemos a hablar con nuestro contacto para que nos informe más a fondo. Nos cuenta que nuestro hijo está ha nacido en Kirovogrado, a unos 300 km al sureste de Kiev. Ha nacido con 1070 gramos, está estable y se encuentra en la UCI pediátrica. Preguntamos cuándo podríamos viajar para verlo. Pero nos dicen que primero hay preparar el papeleo aquí en España. Así que decidimos dejar el hotel y marchar a casa para ponernos manos a la obra.

Camino a casa vamos asimilando la noticia. Teníamos sentimientos encontrados. No sabíamos si estar felices o tristes. Era una sensación muy extraña. Y sobre todo teníamos un miedo aterrador de cómo estaría nuestro NIÑO. Ya no vamos a tener una Martina, así que tenemos que pensar un nombre…

SEXTO MES DE EMBARAZO

SEXTO MES DE EMBARAZO:
Dos semanas más tarde nos llega el segundo informe de trisomías. Todo bien, lo único que se hizo hace dos meses. No le damos mucha importancia ya que está todo bien. Pero no nos parece serio.
Una semana más tarde nos llama nuestro contacto en España. La ecografía de la semana 26 no nos llegará de momento porque la madre subrogada está ingresada en el hospital y no conviene que se desplace a Kiev. No nos dicen qué le pasa, solo que no nos preocupemos que no es grave. Pero queremos saber más. Es imposible no preocuparse.
Contactamos con la clínica y nos dicen más de lo mismo, que la madre y el bebé están bien. A los dos días, y tras varias conversaciones, nos dicen que la madre tiene placenta previa y que está ingresada por precaución. Que la madre y bebé, no corren peligro  y que tiene que estar bajo supervisión. Muchas veces la placenta se mueve sola, pero necesita reposo.
Fueron días muy duros, apenas nos llega información y nosotros tenemos muchas dudas. Estamos en la semana 27 de gestación y nos preocupa lo que pueda pasar. Todos los días intentamos contactar con la agencia española y con la clínica, pero nos llega menos información de la que quisiéramos. 

Una semana después, en concreto el 26 de marzo, nos comentan que la clínica ha hablado con la madre subrogada, que se siente bien pero que tiene que seguir en el hospital. Nos sentimos algo aliviados. Intentamos no darle muchas vueltas, y para eso tenemos a nuestro hijo mayor que hace que mantengamos la cabeza ocupada. Ese mismo día, comienzan nuestras vacaciones de Semana Santa y decidimos irnos a pasar un fin de semana en pareja (el primero en muchos años) y desconectar un poco.

CUARTA ECOGRAFÍA: SEMANA 22

CUARTA ECOGRAFÍA: SEMANA 22
Pasan las semanas y no recibimos noticias nuevas. Llega el día que cumplimos la semana 20 de gestación y no nos llega nada. Nos empezamos a impacientar. Una semana después nos informan que la madre subrogada ha pedido retrasar la ecografía, ya que su hijo está enfermo. Pedimos más información pero no nos llega.
Dos semanas más tarde, por fín, recibimos la ecografía, va todo bien. Nos dicen que la madre no se ha podido trasladar a Kiev, por lo que la ecografía se la ha hecho en su ciudad natal y que por eso no incluyen vídeo. Además no nos indican nada del sexo del bebé. Tras preguntar, nos dicen que será porque el ecógrafo no ha conseguido verlo. Habrá que esperar.

Insisto, en este proceso hay que tener mucha paciencia. La clínica no deja la posibilidad de contactar con la madre subrogada, por lo que nos debemos de fiar de lo que la clínica nos diga.


TERCERA ECOGRAFÍA: SEMANA 16

TERCERA ECOGRAFÍA: SEMANA 16

Un mes más tarde, nos llega la tercera ecografía. Nos indican que va todo bien. Y nos indican que posiblemente sea una niña (girl?) ¡Estamos muy contentos! ¡Queríamos una niña! De hecho ya teníamos nombre preparado: Martina. El tiempo pasa muy despacio. Pero en este proceso hay que tener mucha paciencia. 





SEGUNDA ECOGRAFÍA: SEMANA 12

SEGUNDA ECOGRAFÍA: SEMANA 12
A las 12 semanas debe llegar la segunda ecografía, pero tarda en llegar. Después de varios emails, sólo nos llega el informe de trisomías. En ese informe se indica que viene un feto. Llamamos a nuestro contacto en España y no saben nada, si vienen dos o uno y nos indican que van a preguntar a la clínica. Decido ponerme en contacto directamente con la clínica. Nos contestan con anterioridad de la clínica ucraniana que de la agencia, y nos confirma  que en la ecografía solo se ve un feto. Que el otro se ha perdido. Pedimos explicaciones y nos contestan que es algo que a veces pasa, que lo importante es que el feto que queda está sano, va grande y todo normal. Finalmente, conseguimos nuestra ecografía y efectivamente sólo queda un feto.

Después del desconcierto inicial, vamos asimilando la noticia que no vienen gemelos. A priori, y dado que ya nos habíamos hecho a la idea, nos invade la tristeza. Poco a poco lo asimilamos y dado que tenemos un niño de 3 años, quizá no nos venga mal tener un solo bebé. 

PRIMERA ECOGRAFÍA: SEMANA 6ª

PRIMERA ECOGRAFÍA: SEMANA 6
Dos semanas más tarde nos llega el informe de la primera ecografía. ¡Nos confirman embarazo! ¡Vienen dos! Esperábamos uno, pero es bienvenida la noticia. Lo importante es que nos comunican que están los dos bien. La gestante está embarazada de gemelos y está de 6-7 semanas. La longitud de coronilla-rabadilla del embrión 1 es de 7 mm y de 6 mm del embrión 2, y a los dos se le detecta el latido de corazón. 

Poco a poco nos vamos haciendo a la idea de tener gemelos. Hay que cambiar el chip. Nos vamos imaginando cómo será nuestra vida con nuestro hijo mayor y dos bebés más: la casa, el coche… ¡La que se nos avecina! Jejeje. Mientras pasan las semanas a la espera de noticias.

CONFIRMACIÓN DEL EMBARAZO

CONFIRMACIÓN DEL EMBARAZO
En las siguientes semanas es difícil no darle vueltas. A los pocos días nos llega el informe de implantación. Al final, el médico decide implantar 3, pese a que nosotros dijimos que como máximo 2. Se justifican diciendo que no son de muy buena calidad.
Nos han dicho 2-3 semanas para saber si se confirma el embarazo. La tercera semana después de la donación es eterna. Todo el día pendiente del móvil.
Por fin llega la llamada. ¡Qué nervios! ¡Son buenas noticias! Nos confirman el embarazo. Hay niveles muy altos de hormona. Por lo que, puede ser que haya varios embriones que hayan salido adelante. Toca esperar a la primera ecografía que es a las 6 semanas de embarazo.

La verdad es que hemos tenido mucha suerte. La mayoría de parejas que conocemos han necesitado más intentos.


SEGUNDO VIAJE

SEGUNDO VIAJE
Sorprendentemente, a las pocas semanas nos llamaron para ir a realizar la donación. Esta vez volamos desde Madrid con escala, otra vez en sábado. Nos recogen en el aeropuerto y nos llevan al hotel. La temperatura muy buena. Hace sol, aunque con más frío que el viaje anterior. Para la donación no es necesario que me acompañe mi mujer, pero ambos preferimos viajar juntos. Nos llevan al mismo hotel que la primera visita. En este vamos mucho más tranquilos. El domingo, hacemos turismo por la ciudad, nos enseñan la estatua de la Madre Patria y pasamos al museo de la 2ª guerra mundial. 

Al día siguiente, a primera hora vamos a la clínica a realizar la donación, ya que volvemos ese mismo día y nuestro avión sale a las 15h. En la clínica hay buen trato. Después de la donación al aeropuerto y vuelta a casa. Volvemos con escala en Zurich y la verdad es que se hace pesado tener que coger escalas.

lunes, 11 de mayo de 2015

PRIMER VIAJE



Pronto nos llaman para el primer viaje. Este es para firmar el contrato con la clínica y para que unas pruebas médicas. La verdad es que viajábamos con mucho miedo. En la televisión solo se oye que Ucrania está en guerra, eso sumado a los tópicos de inseguridad de las repúblicas ex soviéticas, eran muchos nuestros temores. Llegamos un sábado, fuimos al hotel, hotel modesto propiedad de la clínica. Allí coincidimos con mujeres italianas que van a realizarse la FIV. Nos cuentan que han estado en España, sin éxito, y que les han comentado que las clínicas Ucranianas son más efectivas. El domingo nos llevan a hacer turismo y la verdad es que quedamos encantados con la ciudad. Es muy bonita y tranquila, con muchas zonas verdes. El lunes temprano nos llevaron a la clínica. A mí me hacen una analítica y un espermiograma, y después, si todo es correcto se firma el contrato. Aquello nos pareció serio. Para comer, al centro de la ciudad y a hacer turismo. Por cierto, la comida está bien y es barato comer fuera. La gente no es muy simpática, la verdad, pero son buena gente. El martes de vuelta a casa con una buena impresión y con ganas de volver para realizar la donación.

lunes, 2 de marzo de 2015

LA DECISIÓN



Tras un año de indecisión y dudas; y tras haber recopilado información de todo tipo y procedencia, por fin nos lanzamos. Pero, ¿cómo y dónde? De los distintos países en los que es posible realizar la maternidad subrogada, fuimos descartando:
  •  la India no es posible para españoles
  • Tailandia, no nos daba confianza.
  •  EEUU se salía de presupuesto.
  •  Méjico, muchas horas de vuelo y no nos terminaba de convencer.
  •  Sólo quedaba los países de la antigua URSS: Rusia, Georgia y Ucrania.
Por precio, Georgia es buen destino pero tienes que hacer otro viaje a Estambul al no tener cónsul, por lo que la estancia en el país se alargaba. Terminamos descartándolo.
Nuestra gran duda era entre Rusia y Ucrania. Por precio, Ucrania. Pero la inestabilidad política y el conflicto con Rusia por Crimea y el este de Ucrania, nos daba mucho miedo. Tras mucho preguntar, muchas dudas, recelos, miedos… nos echamos la manta por la cabeza (como diría mi mujer) y nos decidimos por Kiev.

miércoles, 25 de febrero de 2015

TODO COMIENZA



Todo comienza cuando le descubrieron a mi mujer una grave enfermedad, que nos imposibilitaba volver a ser padres. Aquella noticia nos cayó como una losa, pero lo importante era la salud de Alicia. Por suerte todo fue bien y se solucionó pronto. Con el tiempo, sentimos la necesidad que nuestra familia creciera y barajamos  la posibilidad de adoptar. Nos informamos en Servicios sociales, internet, ECAI… vimos que era un proceso dilatado y  complicado. Así que desistimos.

Pero la vida ofrece segundas oportunidades y hay aprovecharlas. Un día leyendo la prensa vi la siguiente noticia: http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/07/06/actualidad/1341598370_133479.html

No se nos había ocurrido recurrir a un vientre de alquiler, es poco conocido en España y lo poco que solemos saber es que los suelen hacer los famosos en EEUU, es caro e inaccesible a la gente de a pie. Pero esa noticia despertó nuestra curiosidad por el tema.

martes, 24 de febrero de 2015

¿Por qué contar nuestra historia?



Cuando empezamos el proceso nos hubiera gustado encontrar más información sobre el tema de manera independiente. Nos hubiera ahorrado muchos miedos, inseguridades, dudas, tiempo, comeduras de cabeza,… Por este motivo nos hemos lanzado a contar nuestra historia paso a paso, para poder ayudar a parejas, que como nosotros, estén pensando en embarcarse es un proceso de maternidad subrogada.